El cineasta estará legitimado para llevar a cabo su lectura personal
y crear su imagen concreta.
José Luis SÁNCHEZ
La adaptación cinematográfica deviene de la necesidad de interpretar de recrear las ficciones literarias y de asignar un nuevo estatus creativo a las imágenes lingüísticas con una nueva plástica audiovisual: la cinematográfica. Una acción que ha puesto en discusión de las teorías del parasitismo del icono con respecto al logos. La adaptación cinematográfica constituye, por tanto, un ejercicio de reinterpretación estética, al experimentar en el set de rodaje aquellos procesos de la traslación de la textura literaria a la textura plástica, efectivizada en el montaje.
La adaptación cinematográfica de un texto literario (sea narrativo, lírico o dramático) implica adecuar, acoplar, adaptar intertextualmente, los recursos literarios a los recursos y a la técnica cinematográfica en donde las imágenes y los sonidos se tornan comunes y no individuales como en aquellos instantes de lectura de la obra literaria. Sánchez Noriega en su libro De la literatura al cine refiere al respecto:
Probablemente, la mayor diferencia del valor de los sintagmas verbales respecto a los visuales (uno o más planos que ofrecen una significación) radica en la analogía de la imagen. Se suele decir que la palabra se sitúa en un nivel de abstracción, mientras la imagen es concreta, representacional, remite directamente a un referente” (Pág. 39)
Este proceso de traslado logográfico al iconográfico está caracterizado por la reinterpretación del tema principal que rige al texto y al subtexto narrativo, al igual que por la deconstrucción de los significados que deberán adquirir una nueva materialidad plástica. Por otra parte, la afirmación de André Bazin evidencia la aplicación de los recursos literarios al arte cinematográfico, al determinar que "el texto fílmico se interpreta cual texto literario". Una tesis que la corroboraron los formalistas rusos durante la década del setenta, del siglo XX.
El soporte se modifica, se traslada del papel a la pantalla, la lectura e interpretación del texto literario se tornan más exigentes por cuanto los elementos puestos en cuadro corresponden a una lógica dramática del texto fílmico. La pluma-cámara -con distintas parsimonias del realizador- se desplaza según una partitura, registrando la atmósfera dramática, las acciones verbales y las acciones físicas de los personajes. Los recursos literarios han metamorfoseado en la forma cinematográfica. El espectador los percibe de manera sensorial con una alta carga emotiva. Finalmente, adaptar es reflexionar sobre las posibilidades de la reinterpretación literaria y la asignación de nuevas formas de percepción estética que proporciona el arte cinematográfico.
De la plasticidad gráfica a la cinematográfica
Las adaptaciones cinematográficas se dan con profusión a partir de que el cine vio en la literatura su más importante aliado. Los novelistas al codificar su obra en texto literario reconfiguran con un nuevo signo: el cinematográfico, constituído con imágenes cinéticas, propias del Séptimo arte.
Los escritores relatan historias para el deleite y el placer que proporciona la lectura de las grafías impresas, y en otros casos, para su contemplación en celuloide. Así; por ejemplo, El tercer hombre (1949) dirigida por Carol Reed fue escrita para guion cinematográfico por Graham Green y luego, el guion se materializó en la novela publicada un año después de su estreno. El Laberinto del Fauno (2006) de Guillermo del Toro fue co-escrita por Cornelia Funke, en el año 2019.
Los ejemplos de esta naturaleza metafísica son variados, pues la materialidad literaria asume una nueva plasticidad, caracterizada por creación maquínica de la técnica cinematográfica configurada por un equipo de creadores, quienes basados en un guion, reconstruyen las realidades en el celuloide. Dos lenguajes distintos cuya base ontológica la constituye los signos lingüísticos los cuales coadyuvan para la creación de las imágenes en movimiento y propiciar un nuevo punto de vista estético de la realidad.
Bibliografía.
Bazin, A. (1960). ¿Qué es el cine? Madrid: RIALP.
Metz, C. (1964-68). Ensayos sobre la significación en el cine. Barcelona: Paidós Ibérica.
Mitry, J. (1963). Esthétique et psychologie du cinema. Francia: Cerf.
Nichols, B. (1997). La representación de la realidad. España: Paidós Ibérica
Sánchez Noriega José Luis (2000) De la literatura al cine Teoría y análisis de la adaptación Grupo Planeta (GBS), Buenos Aires.
Autor: Kino Ben Al Kázar