Las ciencias del turismo provienen de una de las Ciencias Humanas: la Geografía (Física y Humana). El objetivo de esta ciencia es establecer el ocio como elemento dinámico de difusión de la cultura de específicos lugares del mundo y generar a la vez, réditos económicos.
El desplazamiento humano por los continentes del planeta Tierra intenta cumplir con el propósito ulterior del hombre moderno: encontrar placer y relax en un lugar distinto a su hábitat.
El placer turístico es un concepto asignado recientemente en la Edad Contemporánea pues, la distribución de las jornadas laborales y los salarios justos han permitido el nacimiento de esta nueva categoría de la Geografía Humana y por ende, como objeto de estudio científico.
La naturaleza humana necesita deleitarse, salir de la rutina de trabajo y conocer nuevas formas de expresión cultural; por ello, el turismo se instaura como industria económica a raíz de estas necesidades hedonistas del homo ludens. Una necesidad vital que lo lleva a configurar nuevos códigos comunicacionales y mercantiles con sus congéneres.
El Turismo como actividad económica determina los destinos de viaje según las necesidades e intereses de los grupos humanos. Por ello, las agendas de ruta se planifican según distintas categorías sean académicas, científicas, folclóricas, artísticas, gastronómicas, deportivas, etc. Es decir, el turismo cumple con el objetivo de proporcionar al hombre moderno la satisfacción de invertir su capital económico en actividades extralaborales que le provean del bienestar personal, que expandan su intelecto, su sensibilidad, y su cosmovisión del mundo al aproximarse directamente, a las culturas exóticas que forman parte de la aldea global.
af