La Arqueología y la Antropología forense, provenientes de las Ciencias Humanas, complementan a las ciencias de la metafísica en cuanto a la posibilidad de conocer al hombre desde su aspecto existencial.
Las necrópolis (νεκροπολις, ciudad de los muertos) son aquellos espacios emplazados dentro del hábitat poblacional como lugares de encuentro masivo en donde el ser humano genera, desde su individualidad, distintas apreciaciones de carácter emotivo y racional, al procurar entender una de las etapas intrínsecas de la existencia: la Muerte.
Las principales civilizaciones (5.000 a.C) institucionalizaron el rito funerario, que las primeras sociedades nómadas (1 millón de años atrás) -de manera empírica-establecieron como formas de resguardar los cuerpos sin vida de sus congéneres. Formas de codificación simbólica evidenciadas a través de los distintos estudios de la Historia y las ciencias afines (Estratigrafía, Arqueología, por ejemplo, que permiten comprender, el pretérito y el presente con los significados metafísicos del camino de retorno al Creador.