El hombre se ha caracterizado (heurísticamente hablando) desde sus inicios, por generar ideas (imágenes mentales) ejecutables en acciones, con el objetivo de transformar la materia prima propiciada por la naturaleza en productos de intercambio y consumo comercial.
El emprendimiento es una rama de las ciencias económicas y ésta de las ciencias exactas, sometida -hablemos en términos biológicos- a un proceso de gestación, alumbramiento, crecimiento, desarrollo, y de constante reproducción para evitar su exterminio.
a) Gestación: esta etapa se caracteriza por el origen de la idea motivada a su vez, por la necesidad emergente de salir de una crisis socio-económica o por innovación productiva personal. Esta etapa intrínsecamente relacionada a los antecedentes genéticos-creativos del emprendedor.
b) Alumbramiento: se caracteriza por verbalizar la idea mental. Un proceso que reafirma la idea e inicia su siguiente fase de desarrollo. Se dispone a crecer nutriéndose del empuje de las necesidades del contexto social. Es una fase inicial de la habilidad de emprendimiento por cuanto hay una previsualización de la posible relación interdisciplinar con otras ciencias (la contabilidad, la informática, el diseño gráfico, etc.) con las cuales la idea toma la forma material.
c) Crecimiento esta tercera etapa se caracteriza por la puesta en marcha, la materialización de la idea abstracta que, junto a los recursos económicos sustentables, generan los primeros resultados concretos de carácter socio-económico y satisfactorio para el emprendedor.
d) Reproducción: caracterizada por la relación interdisciplinaria de las ciencias, las artes, la tecnología, para la ampliación de nuevos emprendimientos que se desprenden a partir de la idea base. La interrelación empresarial denominada co-working es vital para el aumento del capital y de la ganancia y la consecuente sensación de bienestar personal, familiar y social.
R.