¿La interface anula el placer de manipulación estética?
Vértigo Técnica: Pintura digital Autor: Kino Ben Al Kázar
Desde el origen del arte rupestre (2,5 millones de años a. C.) el hombre se caracterizó por generar obras artísticas mediante el contacto directo de sus manos con la variedad de pigmentos, formas, dimensiones, texturas y colores que la madre naturaleza le ha provisto. La industrialización permitió fabricar; luego, componentes sintéticos a fin de evitar el impacto ambiental que genera la extracción de estos minerales.
La gran variedad de pigmentos y masas naturales o sintéticas proporcionan al artista, en el proceso creativo, de múltiples posibilidades de percepción sensorial, lo que genera distintas emociones y el aurático placer estético. Estos elementos se traslucen en la obra artística que; sin embargo, con el desarrollo de la electrónica se incorpora un nuevo canal de comunicación entre el hacedor de la obra y la materia: la interface, lo que ha modificado, considerablemente, la ontología del concepto de las artes plásticas.
La tecnología y los softwares creados para las artes permiten utilizar, desde el bocetaje, la ejecución e incluso en la exhibición museística, los códigos de la electrónica y la informática, estableciéndose la relación entre arte y tecnología. El traslado de la obra analógica a lo digital no significa el acabose de los distintos placeres sensoriales que proporciona la realización tradicional de las obras de arte; sino más bien, abren un portal de nuevas formas de creación artística conforme al avance de la tecno-ciencia y de las más variadas alternativas de percepción y contemplación artística.
Autor: K.A.