La Oda como subgénero de la Lírica, exalta a través del canto, las virtudes de una determinada Forma de existencia, concreta o abstracta conocida por el hombre.

     

A ti te evoco diosa Atenea

en estos instantes de búsqueda

entre las ruinas de una gran urbe

solitaria y sumergida en llanto.

 

El ángel exterminador y su legión,

los adoquines milenarios funden,

putrefacta aún está su débil aura

por las ánimas que en sus hombros porta.

 

Aquí, las etéreas formas retroceden

los engranajes del tiempo, fijados en papel,

en columnas de reluciente mármol, 

en habitáculos  y frutos calcinados,

que han sucumbido ante el desastre de los recuerdos.

 

 

         El Museo, de la palabra griega Μουσεῖον y de ésta al latín: Museum, es lugar sagrado de permanente encuentro y contertulia entre las nueve Musas del Olimpo. Deidades encargadas de guiar por el conocimiento de las ciencias y de las artes a los pensadores y estetas de las Polis. La exaltación lírica del lugar sagrado se debe a su ontología, por sus características físicas como espirituales, al constituirse como el espacio físico que provee de una atmósfera divina apta para la creación científica y artística de la especie humana. Un atemporal y sublime sitio diseñado con los preceptos clásicos para la comprensión de la contemporaneidad.  

Autor: Kino Ben Al Kazar