¿Cuál es el verdadero significado de las esculturas colosales que custodian las ciudades latinoamericanas?
Las esculturas de carácter religioso han sido colocadas en lugares estratégicos de las ciudades latinoamericanas; de tal manera que, su presencia genere la sensación de un dispositivo de divina vigilancia foucaultiana.
Un recorrido por uno de los países latinoamericanos revela el discurso de la conquista europea persistente aún, en las esculturas colosales que procuran buscar la belleza a través del contraste de dimensiones con respecto a la humana. Con este recurso de monumentalismo escultórico, las obras son apreciadas desde todos los puntos de las urbes. Es, por tanto, un dispositivo ideológico de poder en el que convergen los imaginarios latinoamericanos.
En Ecuador; por ejemplo, se evidencia este dispositivo de poder religioso sobre la población. La escultura Virgen de El panecillo (1975) de Agustín de la Herrán Matorras está basada en una de las vírgenes aladas del escultor ecuatoriano Bernardo de Legarda. La pieza en su totalidad, fue realizada principalmente, en aluminio, material caracterizado por su versatilidad plástica por cuanto se adecúa a diversas situaciones ambientales como a la luz solar y al viento. La obra se destaca por el trazo de sus sutiles líneas que sugieren una danza escultórica al son del contrapunto paisajístico natural y urbano de la ciudad de Quito.
La escultura -que evoca de manera alegórica al Apocalipsis- proporciona de la protección divina a sus pobladores, la hace custodia de la ciudad y provee de la identidad ecuatoriana en el marco de la iconografía universal.
af